Después de haber visto la exitosa teleserie brasileña "Duas Caras", me ha surgido la reflexión que prácticamente todo lo que nos rodea tiene precisamente dos caras: el amor y el odio, el día y la noche, lo bueno y lo malo, lo dulce y lo agraz, lo bonito y lo feo, el amigo y el enemigo, arriba y abajo, el ir y venir, el ruido y el silencio, el sinónimo y el antónimo, el protagonista y el antagonista, el alto y el bajo, lo esbelto y lo robusto, el extrovertido y el introvertido, el oscuro y lo claro, lo chico y lo grande, la tristeza y la alegría, acierto y error, avance y retroceso, el antes y el después, etc....
En fin. Pero me quiero detener en la vida misma, y en lo que respecta a la suerte de haber tocado la cara que a uno nos pueda favorecer... Efectivamente, la cara que a veces no podemos elegir. Aquí es donde nos preguntamos pero porqué pasó esto y el antes y después las caras más antónimas que se presentan, cobran un sentido extremo, desilusionante y amargo.
En Chile lo vivimos con el reciente megaterremoto. Y también lo vivimos diariamente con los robos, con las muertes, con las desilusiones, etc. Hacemos todo para que las cosas sean de una manera... Sin embargo, no va a ser un resultado matemático, que sería lo lógico, después de haber conjugado las piezas, sino un resultado contrario a lo proyectado... ¿Se demuestra entonces el poder del ser superior?... ¿Nosotros dirigimos la "suerte", como lo explican algunas posturas ideológicas?... Hace sentido los abruptos contrastes cotidianos. Con eso, lo único que está claro que no vivimos en el paraíso, sino en la tierra misma, conviviendo el diario vivir con esta dinámica comparativa bidimensional.
¿Y los matices?... se preguntarán los artistas... Bueno, son los espacios que finalmente extenderá la vida para llegar al otro extremo.
Uf... Será bello este momento reflexivo para adornar el matiz de la vida con la esta hermosa canción de James Blunt, "Same Mistake", tema central en la historia de amor de María Paula e Ferraço, en la novela brasileña...
En fin. Pero me quiero detener en la vida misma, y en lo que respecta a la suerte de haber tocado la cara que a uno nos pueda favorecer... Efectivamente, la cara que a veces no podemos elegir. Aquí es donde nos preguntamos pero porqué pasó esto y el antes y después las caras más antónimas que se presentan, cobran un sentido extremo, desilusionante y amargo.
En Chile lo vivimos con el reciente megaterremoto. Y también lo vivimos diariamente con los robos, con las muertes, con las desilusiones, etc. Hacemos todo para que las cosas sean de una manera... Sin embargo, no va a ser un resultado matemático, que sería lo lógico, después de haber conjugado las piezas, sino un resultado contrario a lo proyectado... ¿Se demuestra entonces el poder del ser superior?... ¿Nosotros dirigimos la "suerte", como lo explican algunas posturas ideológicas?... Hace sentido los abruptos contrastes cotidianos. Con eso, lo único que está claro que no vivimos en el paraíso, sino en la tierra misma, conviviendo el diario vivir con esta dinámica comparativa bidimensional.
¿Y los matices?... se preguntarán los artistas... Bueno, son los espacios que finalmente extenderá la vida para llegar al otro extremo.
Uf... Será bello este momento reflexivo para adornar el matiz de la vida con la esta hermosa canción de James Blunt, "Same Mistake", tema central en la historia de amor de María Paula e Ferraço, en la novela brasileña...